¡VIVA LA REVISTA!

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martes, 29 de noviembre de 2011

Premiados IVª edición Premios "Toda una vida" de HISTORIAS DE LA REVISTA MUSICAL ESPAÑOLA



Gracias, amigos y amantes del teatro en general y de nuestra adorada y querida revista musical en particular por los casi 100 votos emitidos; en total han sido 92 las personas que han dejado su voto para esta IVª edición de los Premios "Toda una vida". Así, pues, los premiados son:

* PEDRO PEÑA, 42 votos.

* FERNANDO ESTESO, 18 votos.

* ANDRÉS PAJARES, 12 votos.

* QUIQUE CAMOIRAS, 9 votos.

* MARY BEGOÑA, 5 votos.

* ZORI, SANTOS, CODESO, 4 votos.

* TANIA DORIS, 1 voto.

* ADDY VENTURA, 1 voto.

Por lo tanto, los premiados de esta IVª edición son Pedro Peña, Fernando Esteso y Andrés Pajares y el Premio especial para Manolita Chen.




Todos los galardones se entregarán en el Teatro Ideal de Baza (Granada) el lunes 16 de abril de 2012, D.m.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Las canciones de LAS LEANDRAS (y IX): El budoir

Dadme, por favor, mi traje mejor,
que a mi amante espero
y estar linda es lo primero.
Quiero perfumar
todo mi buduar
dándole al ambiente,
los perfumes de Oriente.
Que él entonces sienta
la locura de besar.
Y en el rincón de la ilusión,
será mi boca
su más loca tentación.
En el buduar contémplate
y allí a tu espejo
sin temor pregúntale.
Dime si me encuentras hermosa,
si mi boca de fresa es,
promesa sabrosa cuando besa
suave y amorosa.
Si en mis ojos hay fuego
que en los suyos prenda
y arda luego en llama de pasión.
Dime si me encuentras hermosa,
si mi boca de fresa es,
Promesa sabrosa cuando besa
suave y amorosa.
Si mis besos prefiere,
y al llegar tentador,
le querré sin rubor.
Que cuando quiere
no es pecado el amor.

Las canciones de LAS LEANDRAS (VIII): A dar lección

A dar lección, a dar lección
que brillen “Las leandras”
por su aplicación.
¡Aritmética!
Uno y una en santa unión,
forman la suma o adición;
y si al año son ya tres,
es una multiplicación.
Si ella intenta flirtear
que es una resta hay que decir;
pero si llegó a pecar
quiere al marido dividir.
Si de acuerdo están los tres,
es la regla de interés.
Y si hay cuatro, creedme a mí,
ellos son primos entre sí.
Estudiar
debe la mujer, amor,
porque el hombre es pícaro,
y es sátiro, polígamo,
pérfido y cínico.
Estudiar,
debe la mujer, amor,
porque el hombre es pícaro,
y es pérfido, y es cínico,
falso y traidor.
Las mujeres hasta aquí
no gobernaron la nación,
y por eso os veis así,
por falta de administración.
Si en el cambio nacional
interviniese la mujer,
el problema, que es mundial,
conseguiría resolver.
La peseta descendió,
¿cómo se podrá arreglar?
Pues si soy Ministra yo,
tal vez la pueda levantar.
Estudiar,
debe la mujer, amor, etc.

Las canciones de LAS LEANDRAS (VII): Divorciémonos

Ahora es casarse cosa de juego,
porque el divorcio da solución;
al que se cansa de su mujer,
le proporciona la variación.
Hoy las mujeres con el divorcio
más de un marido van a querer.
Pues en el pueblo, con lo que son,
qué de mamporros se van a ver.
Buscaré un morébeno.
¡Muy bien!
Guapo, rico y buébeno.
¿También?
Porque lo moreno es lo chipén.
Y luego un rubiábales.
¡Jamón!
Por lo muy formábales que son.
Ésta va buscando tener quita y pon.
Después un castábaño.
¡Van tres!
Que esté de buen ábaño.
¡Eso es!
Y con más dinero que un marqués.
Quié tener amóbores.
¡Ya está!
De toós los colóbores.
¡Qué va!
¡Ésta es una ansiosa condená!
Hoy cambiar de marido
deja la nueva Constitución.
Y habrá alguna que pase
por todo el censo de población.Buscará un morébeno, etc.

Las canciones de LAS LEANDRAS (VI): Clara Bow, fiel a la Marina

Clara Bow, gentil star,
el amor buscó en el mar.
Clara Bow
jamás lo halló...
Alegre timonel,
la escuadra guiará
y a la Marina siempre fiel
será.
Clara Bow, gentil star, etc.
Ginebra quiere el inglés;
el yanki pide champán;
Marie Brizard el francés;
y potter el alemán,
y el español el chartreusse.
Clara Bow, gentil star, etc.Ginebra quiere el inglés, etc.

Las canciones de LAS LEANDRAS (V): Folía canaria

Al bailar el tajaraste,
escapar dejé un suspiro,
y es porque me miras,
y es porque te miro...
Que el volcán está apagado,
pero dentro tiene fuego;
no me llames fría,
ya verás tú luego...
Camellero, camellero,
llévame a la romería
porque mi palmero
va a cantar folías...
Llévame, por Dios, ligero,
que si canta y no le escucho
con lo que le quiero
muero
de pesar...
¡Aprisa que un lucero
comienza ya a brillar...!
Por el amor de un isleño
vivo yo penando...
y con folías yo sueño
irle enamorando.
He de lograr su querer
bailando el tango herreño,
porque soy guanche y me salgo
siempre con mi empeño.
Menudo y agudico
tu baile es;
si quieres que te quiera
te has de mover.
Extiende la cobija
que abrasa el sol,
y así no nos verán
si me hablas de tu amor,
que puede ser que sí,
que puede ser que no.
Por el amor de un isleño, etc.
Me habla sin querer,
me hace padecer.
Menudo y agudico
tu baile es;
si quieres que te quiera
te has de mover.
Por el amor de un isleño
vivo yo penando.

Las canciones de LAS LEANDRAS (IV): Pichi

Pichi
es el chulo que castiga
del Portillo a la Arganzuela,
porque no hay una chicuela
que no quiera ser amiga
de un seguro servidor...
¡Pichi!,
pero yo que me administro,
cuando alguna se me cuela,
como no suelte la tela,
dos morrás la suministro;
que atizándolas candela
yo soy un flagelador.
Pichi
es el chulo que castiga
del Portillo a la Arganzuela,
y es que no hay una chicuela
que no quiera ser su amiga
porque es un flagelador...
¡Pichi!
No reparo en sacrificios:
las educo y estructuro
y las saco luego un duro
pa gastármelo en mis vicios,
y quedar como un señor.
Me has trastornao,
¡eres un sol!
Pónme un chalet,
dame un renard,
cómprame un Rolls.
Anda y que te ondulen
con la permanén,
y pa suavizarte
que te den col-cream.
Se lo pués pedir
a Victoria Kent,
que lo que es amí,
no ha nacido quién.
Anda y que te ondulen
con la permanén,
y si te sofocas
tómalo con seltz.
Eres, Pichi, para mí,
de lo que no cabe más,
y yo sé de algunas por ahí
que van desesperás
detrás de ti.
¡Pero, a mí, no;
porque de nén,
bueno soy yo!
Anda y que te ondulen, etc.

Las canciones de LAS LEANDRAS (III): La verbena de San Antonio

Dile al gomoso,
si te hace el oso,
que se cerró el portal;
y que al instante
tome el portante,
u va a pasarlo mal.
Es que venía
por si tenía
varas de dos un real...
Si es que se toma varas,
las cosas claras,
ya me es igual.
Paco, contente,
que pasa gente,
y ése es un tío gilí...
Yo vengo por diez duros...
Yo no los tengo,
y estoy ahogada de apuros.
Pues tú componte,
saca del Monte,
o busca por ahí.
Lo que del Monte saco,
ya sabes Paco,
que es para ti.
¡Vengan esos diez,
u te doy así!
Dime primero
con el dinero
qué es lo que vas a hacer...
Miá que sois las mujeres,
di lo que quieres
y eso ha de ser.
Llévame a la verbena de San Antonio,
que por ser la primera no hay que faltar...
Juntos, que parezcamos un matrimonio,
no haga el demonio
que una chulapa me amargue el día de San Antonio,
porque le guste coquetear.
¡Arza pa la verbena de San Antonio,
que tóos los bailes quiero contigo echar!
Llévame del bracero, chulapo mío,
pues yendo suelto yo no me fío
si entre el gentío
te perderás.
¡Arrímate!
Voy bien así.¡Más apretao me gusta a mí!

Las canciones de LAS LEANDRAS (II): Las viudas

¡Ay, qué triste ser la viuda
que a un marido llora!
¡Llora!
Al quedarse sin la ayuda
que le falta ahora.
¡Hora!
No hago más que suspirar...
No me puedo consolar...
Y es que pienso con tristeza
que ya la cabeza
no va a levantar.
¡Ay!
¡Ay, qué triste es el vacío que ha dejado en una!
¡Una!
Aunque él me dejó lo mío
que es una fortuna.
¡Tuna!
Una finca de labor,
Explosivos y Exterior.
Y por eso busco a un hombre
a quien luego nombre
mi administrador.
Adminístreme usted
lo que el pobrecito dejó.
Hágalo para que
su vacío no sienta yo.
Acabó mi luna de miel
y se fue mi dicha con él.
Adminístreme usted
lo que el pobrecito dejó.
Hágalo para que
su vacío no sienta yo.
Enviudé
y estoy sin amor.
¡Ay!
Adminístreme usted
lo que él me dejó.

Las canciones de LAS LEANDRAS (I): Los nardos

Por la calle de Alcalá

Con la falda almidoná

Y los nardos apoyaos en la cadera

La florista viene y va

Y sonríe descará

Por la acera de la calle de Alcalá

Y el gomoso que la ve

Va y le dice venga usted

A ponerme en la solapa

Lo que quiera

Que la flor que usted me da

Con envidia la verá

Todo el mundo por la calle de Alcalá.

Lleve usted, nardos caballero

Si es quiere a una mujer

Nardos, no cuestan dinero

Y son lo primero,

para convencer

Llévelos, y si se decide

No me móveré de aquí.

Luego si alguien se los pide

Nunca se le olvide,

que yo se los di.

Una vara de nardos

al que quiera saber;

si será por fin dueño,

de un querer de mujer.

Llévelos usted

no lo piense más,

mire que en amor

suerte le han de dar...

Lleve usted

nardos caballero,

si es que quiere a una mujer...

Nardos no cuestan dinero

y son lo primero

para convencer.

Por la calle de Alcalá...

Los artífices de LAS LEANDRAS: Francisco Alonso (y V)

Francisco Alonso tiene una extensa obra en la que hay Zarzuelas, Sainetes Líricos, Canciones, Revistas, Himnos y Pasodobles bansas sonoras para películas, Obras Sinfónicas, para piano y ballet Comedias Musicales y Cuplés. En cuanto a la zarzuela y revista musical se destacan:
Zarzuela:
La parranda.(1928)
La zapaterita.(1941)
La bejarana.(1923)
La linda tapada.(1924)
La calesera. (1925)
La Parranda. (1928)
Me llaman la presumida (1935)
Rosa, La pantalonera (1939)
Manuelita Rosas (1941)
La Picarona (1930)
La mejor del puerto (1928)
Coplas de Ronda (1929)
Curro el de Lora (1926)
La rumbosa (1951)
Revista y comedia musical:
Las lloronas. (1928).
Las cariñosas. (1930)
¡Por si las moscas! (1929)
Las corsarias (1919).
Las castigadoras (1927).
Me acuesto a las ocho (1930).
Las Leandras (1931).
Las de Villadiego (1933).
Las mujeres bonitas (1933).
Luna de miel en El Cairo (1943).
Mi costilla es un hueso (1933)
Las de armas tomar (1935)
¿Qué pasa en Cadiz? (1932)
Mujeres de fuego (1933)
Doña Mariquita de mi corazón (1942)
Campanas a vuelo (1931)
El Ceñidor de Diana (1929)
De Madrid al Infierno (1916)
Música, Luz y Alegría (1916).

Los artífices de LAS LEANDRAS: Francisco Alonso (IV)

Hasta la Guerra Civil estrena principalmente revistas como Las de Villadiego , Las de los Ojos en Blanco que incluye el pasodoble Horchatera Valenciana, Mujeres de Fuego y alguna zarzuela como Me Llaman la Presumida (1935).
Tras la guerra la afición por la zarzuela entró en una profunda decadencia y pese a que el Maestro estrenó algunas como Manuelita Rosas, y La Zapaterita se centró en la opereta y comedia musical con las que tuvo algunos éxitos como Doña Mariquita de mi Corazón (1942), Luna de Miel en El Cairo (1943), Aquella Noche Azul y Tres Días Para Quererte, (1945 ambas).
En 1947 es elegido como director de la Sociedad General de Autores y Editores. Estando convaleciente de una operación por desprendimiento de retina estrena 24 Horas Mintiendo una comedia escrita por Francisco Ramos de Castro.
Tras fallecer en su casa de la madrileña calle Sagasta en 1948 fue sepultado en un entierro multitudinario.
Su obra póstuma La Rumbosa, sainete lírico, se estrenó en 1951.

Los artífices de LAS LEANDRAS: Francisco Alonso (III)

Su madre y su padre fallecen en 1905 y 1908 respectivamente y el Maestro Alonso decide desplazarse a Madrid para centrarse en la creación lírica aprovechando las mejores oportunidades que la escena de la capital le ofrecen. Tras un banquete y homenaje ofrecido por sus compañeros el 12 de marzo se despide de Granada en 1911.
El maestro llegó con 600 pesetas en el bolsillo y en sus inicios se dedicó a componer cuplés, entonces muy de moda, para estrellas de la época como La Fornarina, Resurrección Quijano, Pastora Imperio, La Bella Chelito o La Goya. Sin embargo sólo obtuvo un éxito discreto con sus obras escénicas como el sainete de un acto ¡Armas al Hombro! junto con el compositor Tomás López Torregrosa, estrenado en el Teatro Martín, el 13 de noviembre de 1911. En 1913 estrena El Bueno de Guzmán junto al libretista y compositor Enrique García Álvarez.
Hubo de esperar a 1916 para su primer verdadero éxito con la revista Música, Luz y Alegría, estrenada en el Teatro Novedades. En 1918 estrena la fantasía cómico-lírica De Madrid al Infierno, con el chotis Oye Nicanora que el público solicitaba una y otra vez. Mostró mayor madurez en sus arreglos orquestales en su obra de 1919 Las Corsarias estrenada en el Teatro Martín que incluía el pasodoble La Banderita que se hizo sumamente popular en toda España, era cantado por los soldados que iban a la Guerra de África y que incluso el rey Alfonso XIII reconoció cantar mientras se afeitaba.
Desde esta época el Maestro goza de libertad para componer según su voluntad. Sus obras tienen igual éxito en muchos países de latinoamérica y se llega a estrenar alguna de sus obras en París.
En 1924 llegaron una serie consecutiva de éxitos iniciados con La Linda Tapada, estrenada en el Teatro Cómico y que incluía la popular Canción del Gitano; seguida por La Bejarana estrenada el mismo año en el Teatro Apolo y que hizo igualmente popular su Pasodoble de los Quintos. En esta época se inspira sobre todo en el folclore de las distintas regiones de España como en Curro el de Lora de ambiente andaluz y con libreto de Luis Fernández Ardavín, estrenada en 1925 con escaso éxito pese a su excelente partitura. En el Teatro de la Zarzuela y el mismo año estrena La Calesera de ambiente madrileño y con el Pasodoble de los Chisperos y el Himno a la Libertad. La Parranda, de ambiente murciano se estrena en 1937. Esta incluye la Canción del Platero y el Canto a Murcia, que se convirtió en el himno popular de la región. De La Picarona (1931), de ambiente segoviano, destaca su Canto a Segovia.
Paco Alonso no sólo compuso zarzuelas, era un autor versátil que creó numerosos sainetes y revistas. De éstas estrenó en 1927 en el Teatro Eslava Las Castigadoras, con el Chotis de las Taquimecas y Las Cariñosas al año siguiente con el Chotis de la Lola.
Sin embargo su mayor éxito en el campo de la revista llegó en 1931 con Las Leandras, estrenada en el Teatro Pavón y escrita especialmente para la vedette Celia Gámez que alcanzó un enorme éxito con el Pasodoble de los Nardos y el chotis El Pichi.

Los artífices de LAS LEANDRAS: Francisco Alonso (II)

Estudió sus primeros años en los escolapios de Granada. Hijo de una notable pianista se interesó por la música desde su infancia y fue precísamente su madre la que le apoyó cuando, incapaz de superar las clases de disección abandonó la carrera de medicina en favor de sus estudios musicales. Inicialmente se formó con Antonio Segura, y posteriormente con Celestino Villa, maestro de capilla del coro de la catedral de Granada.
Sus primeras composiciones las realizó para las escuelas del Ave María y posteriormente compuso diversos bailes de salón como polkas, mazurcas, valses, etc. A los 16 años ya dirige la banda de los obreros polvoristas de El Fargue y posteriormente creó un orfeón en la Sociedad Filarmónica de Granada con el que ofrece diversos conciertos en Granada. Con 18 años estrena su primera obra lírica con La Niña de los Cantares, representada en el Teatro Cervantes en 1905. También en esta época se convierte en director de la banda del regimiento de Córdoba, con la que compone el pasodoble Pólvora sin Humo que llega a hacerse bastante popular.

Los artífices de LAS LEANDRAS: Francisco Alonso (I)

Francisco Alonso López (Granada; 9 de mayo de 1887 - Madrid; 19 de mayo de 1948) fue un compositor español. La música de Alonso es graciosa, alegre, de fácil melodía y acento popular. Destacaba en los pasodobles y chotis, a los que imprimía garbo y desenfado. Muchas de sus obras continúan siendo muy apreciadas, como el pasacalle Los Nardos, el chotis El Pichi, ambos de Las Leandras, el chotis Tabaco y cerillas de la revista Las de Villadiego o la canción Maitechu mía (ambas con letra de Emilio González del Castillo). Escribió igualmente dos pasodobles para las fiestas de la ciudad de Alicante, "Les Fogueres de Sant Joan", titulados La festa del poble, que se estrenó en 1934, y La Nit de San Joan, pasodoble foguerer para banda, coro y bajo solista. Llegó a presidir la Sociedad General de Autores de España.

Los artífices de LAS LEANDRAS: Emilio González del Castillo (y II)

Además de la música escénica, Alonso y González del Castillo compusieron la popular canción Maitechu mía, versionada en múltiples ocasiones. Alfredo Kraus, Plácido Domingo y "Mocedades"han sido sus más famosos intérpretes.
Otros compositores que pusieron música a sus libretos fueron Rafael Calleja (Fenisa la Comedianta y La reina del Albaicín); Tomás López Torregrosa (Las Bandoleras, Sol y Alegría); Vicente Lleó (La maja de los claveles); Jacinto Guerrero (Cómo se hace un hombre, Teodoro y Compañía, Los Bullangueros) y Pablo Luna (Sangre y arena, Sybill, Jack, Los calabreses, La joven Turquía, ¡Dios salve al Rey, El caballero del guante rojo). La lista de sus piezas líricas registra más de ochenta títulos.
Sin embargo, su obra más aclamada fue Katiuska, la mujer rusa, escrita en colaboración con Martí Alonso, con música de Pablo Sorozábal y estrenada en el Teatro Victoria de Barcelona el 27 de enero de 1931. La noche del estreno, según relata Sorozábal en sus memorias, fue más que accidentada, pues, tras un clamoroso éxito en el primer acto, el público acogió el segundo con suma frialdad, hasta el punto de que se temió que retirasen la pieza del cartel; para evitar el desastre, Sorozábal y González del Castillo tuvieron que rehacer el acto en una sola noche.
El maestro Sorozábal, al relatar la noche maratoniana, describe al veterano libretista con unas líneas llenas de admiración y gratitud: "Era un hombre de gran sensibilidad y un gran poeta. Todos los cantables y versos de la obra eran suyos. No sabía música, pero tenía una noción del ritmo asombrosa. En pocos libretistas he encontrado yo unas cualidades tan magistrales. (...)". Describe su respiración dificultosa y asmática, su infinita paciencia con las exigencias del músico, su artística caligrafía. Cuenta cómo, a eso de las cuatro de la mañana, encerrados ambos en la habitación de trabajo y tras haber agotado el termo de café, los versos empezaron a salirle "a borbotones", y escribió de un tirón el bellísimo diálogo final, en romance. Luego, se lo leyó al compositor, que lo abrazó emocionado.
La obra, tras su revisión, obtuvo un triunfo resonante, confirmado al año siguiente en Madrid, con Marcos Redondo y Conchita Panadés en los papeles protagónicos.
Emilio González del Castillo falleció prematuramente en Madrid, en 1940, dejando una abundante producción inédita y un gran número de bosquejos de comedias y revistas.
En la actualidad, sus obras siguen reponiéndose con frecuencia y, aunque su nombre sea escasamente recordado por el gran público, algunas de sus piezas ("El Pichi", "Los Nardos", "El Pasacalles de los Chisperos", "el Canto a Segovia"...)han adquirido tal celebridad que trascienden, con mucho, el círculo de los aficionados al género lírico, y son conocidas por gran parte de la comunidad hispanohablante.

Los artífices de LAS LEANDRAS: Emilio González del Castillo (I)

Emilio González del Castillo y López nació en Madrid el 4 de abril de 1882 en el seno de una familia de clase media, y educado en un ambiente de gran inquietud intelectual y artística, desde muy temprana edad se inclinó por la vocación literaria. Sus primeros poemas (inéditos), de temática metafísica, humorística o incidental, exhiben una profunda huella modernista, así como algunas de las características que marcarán toda su obra: el ingenio vivo, la fluidez del verso y una prodigiosa "vis cómica".
Siendo muy joven, ganó una plaza como Interventor de los Ferrocarriles del Estado, pero dedicó la mayor parte de su tiempo a su gran pasión: el teatro. Cultivó los géneros más variados: comedia, drama, melodrama, juguete cómico y género lírico. Se granjeó una sólida reputación en el oficio, siendo pronto considerado como uno de los mejores libretistas de Zarzuela y revista musical de su tiempo.
Aunque trabajó con casi todos los grandes compositores del momento, le unió una íntima amistad con el maestro Francisco Alonso, con quien estrenó más de quince títulos a partir de 1911. El primer gran éxito conjunto llegó con La Calesera, obra estrenada en el Teatro de la Zarzuela el 12 de diciembre de 1925; la pieza cobró rápidamente una popularidad enorme, especialmente el "Pasacalles de los Chisperos", hasta el punto de que en las representaciones se bajaba durante dicho número un telón con los versos escritos en grandes letras de imprenta, para que el público lo cantase a la vez que el coro. Ambos cosecharon un nuevo triunfo con La Picarona, Zarzuela de ambiente segoviano estrenada en el Teatro Eslava en 1929.
Los años treinta fueron especialmente productivos para Alonso y González del Castillo, comenzando por el estreno de la revista musical Las Leandras (1931). Algunos de sus números ("Los Nardos", "El Pichi", "Las Viudas", etc) siguen figurando entre las creaciones más célebres del género. En la misma década vieron la luz La de los ojos en blanco, ¡Que se diga por la radio!, Mujeres de fuego, Las guapas, Las de Villadiego, Los Laureanos y La suerte negra; durante esos años, González del Castillo firmó casi todos sus libretos junto a José Muñoz Román, uno de sus más asiduos colaboradores.

Los artífices de LAS LEANDRAS: José Muñoz Román (y II)

He aquí el listado de obras escritas por el prolífico José Muñoz Román:
Quereres primeros : sainete en un acto, Madrid, 1921 (Con música del maestro Pompey)
El rayo de sol : sainete lírico en dos actos, el segundo dividido en dos cuadros, original, Madrid : Gráfica Madrid, 1925 (Escrito en colaboración con Aurelio López Monis. Música de los maestros Enríquez, Pla y Pompey)
La suerte negra : sainete en un acto, original, Madrid : Gráfica Literaria, 1928 (Escrito en colaboración con Domingo Serrano. Música de los maestros Francisco Alonso y Emilio Acevedo)
Los mandarines : pasatiempo en un acto, Madrid, 1928 (Con música de los maestros Acevedo y Díaz Giles)
El Romeral : zarzuela en dos actos, el segundo dividido en dos cuadros, Madrid : Gráfica Victoria, 1929 (Escrita en colaboración con Domingo Serrano. Música de los maestros Emilio Acevedo y Fernando Díaz Giles)
La tirana del candil : zarzuela en dos actos, Madrid, 1930 (Con música de los maestros Acevedo y Díaz Giles)
Las guapas : pasatiempo cómico lírico en dos actos, divididos en un prólogo, cuatro cuadros, varios subcuadros y una apoteosis, Madrid : Imprenta Gráfica Victoria, 1930 (Escrito en colaboración con Emilio González del Castillo. Música de los maestros Francisco Alonso y Joaquín Belda)
La castañuela : zarzuela en tres actos, en prosa y verso, Madrid : Gráfica Victoria, 1931 (Escrita en colaboración con Emilio González del Castillo. Música de los maestros Francisco Alonso y Emilio Acevedo)
Las Leandras : pasatiempo cómico lírico en dos actos, divididos en un prólogo, cinco cuadros, varios subcuadros y apoteosis, Madrid : Gráfica Victoria, 1931 (Escrito en colaboración con Emilio González del Castillo. Música del maestro Francisco Alonso)
Las mimosas : pasatiempo cómico lírico en dos actos, divididos en tres cuadros, varios subcuadros y apoteosis, Madrid : Gráfica Victoria, 1931 (Escrito en colaboración con Emilio González del Castillo. Música del maestro Ernesto Rosillo)
¡Allá películas! : farsa cómica en tres actos, Madrid : Gráfica Victoria, 1932 (Escrita en colaboración con Emilio González del Castillo)
Los Laureanos : pasatiempo en un acto, Madrid, 1932 (Escrita en colaboración con Emilio González del Castillo. Música de los maestros Alonso y Acevedo)
Las faldas : pasatiempo cómico-lírico en dos actos, divididos en cuatro cuadros, varios subcuadros y apoteosis, Madrid : Gráfica Victoria, 1932 (Escrito en colaboración con Emilio González del Castillo.Música del maestro Ernesto Rosillo)
Las de Villadiego : pasatiempo cómico-lírico en dos actos divididos en cinco cuadros, varios subcuadros y apoteosis, Madrid : Gráfica Victoria, 1933 (Escrito en colaboración con Emilio González del Castillo. Música del maestro Francisco Alonso)
La posada del Caballito Blanco: opereta en tres actos, libro de Hans Müller, música de Ralph Benatzky y cuatro números de Bruno Granischstäedten, Robert Gilbert y Robert Stolz. Versión castellana de... , Madrid : Gráfica Victoria, 1933 (adaptada en colaboración con Emilio González del Castillo)
Las vampiresas : pasatiempo cómico lírico en dos actos, divididos en seis cuadros, varios subcuadros y apoteosis, Madrid : Gráfica Victoria, 1934 (Escrito en colaboración con Emilio González del Castillo. Música del maestro Ernesto Rosillo)
Las de los ojos en blanco : pasatiempo cómico lírico en dos actos, divididos en cinco cuadros, varios subcuadros y apoteosis, Madrid : Gráfica Victoria, 1934 (Escrito en colaboración con Emilio González del Castillo. Música del maestro Francisco Alonso)
Mujeres de fuego : fantasía cómico lírica en dos actos, divididos en ocho cuadros, varios subcuadros y apoteosis, Madrid : Gráfica Victoria, 1935 (Escrita en colaboración con Emilio González del Castillo. Música del maestro Francisco Alonso)
Las tocas : pasatiempo cómico lírico en dos actos, dividido en seis cuadros, varios subcuadros y apoteosis, Madrid : Gráfica Victoria, 1936 (Escrito en colaboración con Emilio González del Castillo. Música del maestro Francisco Alonso)
Vampiresas 1940 : comedia musical en dos actos, Madrid, 1940 (Música de los maestros Rosillo y Montorio)
¡Qué se diga por la radio! : testamentaría cómico-lírica en dos actos, divididos en cinco cuadros, varios subcuadros y apoteosis, Madrid : Escelicer, 1941 (Escrita en colaboración con Emilio González del Castillo. Música del maestro Francisco Alonso)
Ladronas de amor : zarzuela futurista en dos actos, divididos en un prólogo, seis cuadros, varios subcuadros y apoteosis, Madrid : Velasco Hermanos, 1942 (Música del maestro Francisco Lozano)
Doña Mariquita de mi corazón : opereta cómica en dos actos, Madrid : Velasco Hermanos, 1942 (Música del maestro Francisco Alonso)
Luna de miel en El Cairo : opereta en dos actos y un epílogo, Madrid : Velasco Hermanos, 1943 (Música del maestro Francisco Alonso)
Una noche contigo : opereta cómica en dos actos, Madrid : Velasco Hermanos, 1943 (Música del maestro Francisco Alonso)
¡Cinco minutos nada menos! : opereta cómica en dos actos, Madrid : Velasco Hermanos, 1944 (Música del maestro Jacinto Guerrero)
Historia de dos mujeres, Madrid, 1947
Yo soy casado, señorita, Madrid, 1948
Las viudas de alivio, Madrid, 1948
¡Moreno tiene que ser!, Madrid, 1950
A vivir del cuento, Madrid, 1951
El burro del tio Basilio. (Apunte de un sainete burro), Madrid, 1952
Salud y pesetas, Madrid, 1953
Ana María, Madrid, 1954 (Música de José Padilla)
Periquito entre ellas, Madrid, 1955
Maridos odiosos, Madrid, 1955
La chacha, Rodríguez y su padre, Madrid, 1956 (Música de José Padilla.)
Los diabólicos, Madrid, 1957
Una jovencita de 800 años, Madrid, 1957
Una matraco en Nueva York, Madrid, 1957
¡Tócame, Raquel!, Madrid, 1958
Cásate con una ingenua, Madrid, 1959
Chismes y cuentos, Madrid, 1960
Festival de la Costa Gris, Madrid, 1960
El conde de Manzanares, Madrid, 1961
¡Qué cuadro de Velázquez, esquina Goya!, Madrid, 1963
Mami, llévame al colegio, Madrid, 1964 (Refundición de "Las Leandras").
Aquí, la verdad desnuda, Madrid, 1965 (Actualización de Cinco minutos nada menos).

Los artífices de LAS LEANDRAS: José Muñoz Román (I)

Nació en Calatayud, Zaragoza, el 26 de enero de 1903. Desde muy niño sintió pasión por el teatro, montando con sus amigos pequeñas obras. A los 9 años marchó a la ciudad de Zaragoza a estudiar y a ver todo el teatro posible de Carlos Arniches y de los Álvarez Quintero. En 1921 fue a Madrid a preparar oposiciones, con la intención de sacar un buen número y quedarse allí para seguir su vocación teatral, en ese año presentó su primera obra Quereres primeros y al año siguiente saco el número uno en las oposiciones de correos y se estableció definitivamente en Madrid.
A inicios de los años 1920 conoce a Emilio González del Castillo y López, uno de los libretistas más reputados del momento y comienza a colaborar con él en diversas obras. Fruto de dicha colaboración, aparece en 1931 la revista Las Leandras, con música del maestro Francisco Alonso, estrenada por Celia Gámez.
Sus mayores éxitos los consiguió en los años 1940, con obras como Luna de miel en El Cairo o Cinco minutos nada menos, estando alguna de ellas durante cinco años consecutivos en cartel, a teatro lleno, con dos representaciones diarias. Continuó escribiendo hasta 1965, cosechando grandes éxitos.
En lo musical trabajó con grandes maestros, pero sus temas más famosos los escribió con los maestros Alonso, Guerrero y Padilla. De estas colaboraciones saldrían éxitos como Los nardos y El Pichi (ambos de la revista Las Leandras, junto con Alonso y González del Castillo), La Colasa, Carmen la cigarrera, La Montijo y sus dragones, Estudiantina madrileña de José Padilla.
Junto con su hermano Valero, fue empresario del madrileño Teatro Martín y consejero de la SGAE.
Falleció en Madrid en 1968, su epitafio deseado era: "E. P. D. Escribió para divertir. Siempre se sintió orgulloso de su condición de bilbilitano y de aragonés".

Los artífices de LAS LEANDRAS: Celia Gámez (y III)

En la década de los 60, al tiempo que la revista musical española entraba en franca agonía, presentó Celia Gámez sus últimos grandes espectáculos ya sexagenaria. Aunque volvería a actuar esporádicamente en los escenarios, su larga y brillante carrera estaba cerrada y con ella la de todo un género, que pasaría a ser historia en los años 70.
Como tantas otras vedettes de su época, el genio de Celia para montar espectáculos y entretener al público no iba acompañado del mismo genio financiero: tenía fama de malgastadora y extravagante y parece que se vio en dificultades económicas al final de su vida, complicadas por la amargura de haber sido prácticamente olvidada, especialmente en las circunstancias de la transición española a la democracia, durante la que sus anteriores amistades no la hacían especialmente popular. La penuria económica y la antipatía de muchos la hicieron retornar a Buenos Aires. Sus últimos años los vivió modestamente en una residencia de ancianos con la razón perdida. Fue enterrada en el cementerio de la Chacarita de la capital argentina, a muy pocos pasos de Miguel de Molina, célebre cantante español que tuvo que emigrar a Argentina en 1942 acosado en España por su adscripción al bando republicano durante la guerra y por ser objeto de la persecución homófoba de personas vinculadas al régimen franquista.
Celia Gámez fue una de las más populares estrellas de España en la primera mitad del siglo XX y a ella se debe gran parte del esplendor de la revista, un género popular que llegaría a caer en el desdén de los cultos, si bien en la actualidad, por influencias del musical americano, se tiende a su renovación y al redescubrimiento de sus grandes posibilidades para la música popular.


Falleció víctima del mal de Alzheimer en su Buenos Aires natal el 10 de diciembre de 1992.

Los artífices de LAS LEANDRAS: Celia Gámez (II)

Tal como pedían los tiempos de nacional-catolicismo, en sus espectáculos era cuidadosa con la exhibición carnal de sus vedettes y de sí misma, recurriendo a la malla ajustada y a la moderación en escotes es y shorts. Aspiraba a que la revista fuera también frecuentada por la mujer, con lo que daba un cambio en cuanto a su audiencia. Tal vez por garantizarse un estatuto de respetabilidad en los puritanos tiempos de la posguerra, se casó en 1944 en la Basílica de los Jerónimos de Madrid con un médico llamado José Manuel Goenaga, en una boda que en vez de respetable resultó en extremo escandalosa, tanto por la afluencia y la actitud de los curiosos como por el hecho de que el padrino fuera el mismo general Millán Astray que había sido su amante. El matrimonio fue de muy corta duración y la pareja se separó, aunque no hubo divorcio, que era entonces legalmente imposible. De hecho, siempre se rumoreó también el supuesto lesbianismo de la estrella, alentado por una cierta ambigüedad que se complacía en cultivar: aparecía vestida de hombre en muchos números y hacía que cortejaba a las coristas o las besaba. Como fuera, siempre hizo por tener amantes y acompañantes masculinos hasta edad muy avanzada.

Los artífices de LAS LEANDRAS: Celia Gámez (I)

Nacida el 25 de agosto de 1905 en Buenos Aires, Argentina, no se sabe mucho de su niñez, llegó a España con su padre para cobrar una herencia a mediados de los años 20 y se quedó. Empezó en Argentina con un pequeño papel con José Padilla en cuyo estreno, nada más pisar la escena, se desmayó. Más tarde, como vicetiple en la comedia musical Las corsarias en los años veinte y cantante de tangos, pero pronto se convirtió en un fenómeno teatral y en una famosísima vedette de la escena madrileña apoyada siempre por el maestro Francisco Alonso, especialmente a partir del sonado estreno de la revista Las Leandras en 1931.
Las razones del éxito de Celia Gámez no son fáciles de comprender a quienes no la vieron, puesto que no era una belleza arrebatadora, no tenía una gran voz, ni era una bailarina consumada; no obstante, como en el caso de Mistinguett, su personalidad llenaba la escena, tenía evidente magnetismo y sabía organizar a su alrededor espléndidos espectáculos a medio camino entre la revista y la opereta, de los que salieron muchísimas melodías populares y en los que dieron sus primeros pasos muchos artistas: Concha Velasco, Lina Morgan, Esperanza Roy, Tony Leblanc, etc. Durante bastantes años elevó considerablemente el tono generalmente bajo de las populares revistas. También hizo cine (vg. "Rápteme usted," historia del falso rapto de una estrella con propósito publicitario), pero su éxito de pantalla tuvo escaso alcance. Su vida privada siempre dio mucho que hablar en la gazmoña sociedad española de la época, desde sus rumoreados amores de juventud con el rey Alfonso XIII, hasta su larga colección de amantes reales o supuestos. Uno de los más famosos fue el general Millán Astray, uno de los generales que se alzaron contra la II República española, lo que ocasionó la Guerra Civil española en 1936. Al comenzar dicha guerra, Gámez se encontraba de gira con su compañía por territorio bajo control de la sublevación, al que apoyó durante la contienda. Esto le permitió continuar con sus éxitos y popularidad y le crearon indudable mala fama entre los opositores al régimen. Un tema suyo, "Ya hemos pasao", se burla del "No pasarán" de las milicias republicanas, y con sarcasmo hacia los derrotados llama a éstos "miserables" al tiempo que se autoproclama "facciosa".

80 aniversario del estreno de LAS LEANDRAS

Así es, queridos amigos y amantes de nuestra revista musical. Tal día como hoy, hace 80 años, se estrenó en el madrileño y castizo Teatro Pavón, la obra cumbre del género que tanto amamos, Las leandras. Rindámosle, pues, un más que merecido homenaje.

Allá va, por lo pronto, su ficha:




Las Leandras (1931)
Género: Pasatiempo cómico-lírico en dos actos.
Texto: Emilio González del Castillo y José Muñoz Román.
Música: Francisco Alonso.
Estreno: 12 de noviembre de 1931, en el Teatro Pavón, de Madrid.
Intérpretes del estreno: Celia Gámez. Amparito Sara. Cora Gámez. Conchita Ballesta. Pepita Arroyo. Pepe Alba. Enrique Parra. José Bárcenas. Manuel Rubio. Julio Lorente.
Sinopsis: Concha, vedette de una compañía de revistas, se enfrenta a un grave problema: su tío y tutor, que la cree en un internado, anuncia su visita inmediata. Si la encuentra en el mundo del teatro la desheredará. A Leandro, su novio, se le ocurre abrir un falso colegio del que serán alumnos y profesores los componentes de la compañía. El colegio se llama "Las Leandras" y es instalado en un hotelito que antes fue casa de citas.
Al colegio acuden varias jóvenes que son aceptadas como alumnas. Entre ellas está Fermina, una pueblerina próxima a casarse y a la que su madre trae a la escuela para que la preparen y espabilen.
Llega después Francisco, antiguo cliente del hotel, con su sobrino Casildo para que en el "Colegio" le enseñen algo de mundología. Todos confunden al recién llegado con don Francisco, el tío de Concha, aunque en realidad es el padre de Fermina. Cuando llega el auténtico tío Francisco e intenta abrazar a su sobrina, Leandro que es celoso, la emprende con él a bofetadas. Casi al tiempo, Francisco descubre a Manuela, su esposa, que acompaña a Fermina.
La confusión de personajes se aclara al final, después de comprometidos momentos y equívocas situaciones.
Comentario: Obra picante (algunos la calificaron de escabrosa) y de enredo que explota el doble juego de palabras y situaciones, Las Leandras fue el éxito teatral de la década de los 30 del siglo XX. Se presentó con todo lujo y el rigor que Celia Gámez exigía a sus "boys" y coristas.
Fue un éxito en toda españa, alcanzó 1800 representaciones consecutivas y continúa llenando los teatros cada vez que se repone.
De sus diez números musicales se aplaudieron la "Canción de las viudas", el preceptivo número regional representado por la "Canción canaria", el exotismo de "Clara Bow", con el que el Maestro Alonso demostraba sus cualidades para hacer la música de moda, pero sobre todo, se ovacionaron el chotis de "El Pichi", el chuleta barriobajero, y el pasacalle de "Los Nardos", que bien podría convertirse en el himno de Madrid.
Desde su estreno, Las Leandras continúa representándose ininterrumpidamente en España y Sudamérica.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Candidatos al IVº Premio "Toda una vida" de HISTORIAS DE LA REVISTA MUSICAL ESPAÑOLA

Aquí os vuelvo a dejar, amigos de HISTORIAS DE LA REVISTA MUSICAL ESPAÑOLA, los candidatos al IVº Premio "Toda una vida". Podéis emitir vuestro voto seleccionando a 3 candidatos como máximo antes del 1 de diciembre.

Los resultados se harán públicos a través de la presente página y los premioados recibirán su galardón en el Teatro "Ideal" de la Ciudad de Baza (Granada) en el mes de abril de 2012 en un acto-homenaje.

Os recordamos, además, que el Premio Honorífico de esta IVª edición ha sido para Manolita Chen.

He aquí, pues, los candidatos:

- Pedro Peña
-Andrés Pajares
-Fernando Esteso
-Quique Camoiras
-Zori, Santos y Codeso
-Luis Calderón
-Lina Morgan
-Ángel Fernández Montesinos
-Addy Ventura
-Tania Doris
-Miguel Caiceo
-Mary Begoña
-Tony Leblanc
-Mª José Nieto
-Mª José Cantudo
-Tina de Albéniz
-Amparo de Lerma

Un magnate de la revista denominado Matías Colsada (y III)



Llegó a tener doce compañías de revistas con grandes vedettes como Tania Doris, Vera Sanders, Carmen de Lirio, Gracia Imperio, Marisol Clemens, Mary Francia, Mary Santander, Lill Larsson, Trudi Bora, Mari Herminia Díaz, Addy Ventura, Queta Claver, Ingrid Garbo, Lina Canalejas, Lina Morgan, Finita Rufete, Ángela, Vilma, Rosita Tomás, Jacqueline Arnaud, Diana Darvey, Katia Loritz, Vicky Lussón... Propietario del Teatro Apolo de Barcelona, también regentó el Ramblas, el Español y la discoteca Studio 54 de la Ciudad Condal así como el Monumental y La Latina de Madrid, el Princesa de Sevilla o el Olimpia de Valencia. Desde dichos locales potenció a diversos artistas como Quique Camoiras, Juanito Navarro, Pedro Peña, Luis Cuenca, Noppy, Paco de Osca, Ángel de Andrés, Cassen, Alfonso del Real, Adrián Ortega, Eugenia Roca... Ya en la década de los cincuenta, trajo a “Los Vieneses” al Teatro Español de Barcelona y contrató a Liza Minelli, Charles Aznavour o Gilbert Bécaud para algunos de sus suntuosos espectáculos. En 1977 estrenó el exitoso musical El diluvio que viene y, paralelamente, continuó trabajando como representante artístico, especialmente con Lolita Cano, a la que conoció en Valencia cuando contaba con tan sólo catorce años y popularizó como Tania Doris. Pero, no contento con explotar los ingresos de sus múltiples compañías de revistas así como los de los coliseos de los que era propietario, Colsada se lanzó a la “composición” de libretos para revistas junto a Luis Cuenca y Pedro Peña, firmando los tres con el apellido materno, esto es, García, Allende[1] y Giménez[2], a pesar de que el sagaz empresario nunca colaboró como tal en la autoría de los espectáculos, medio éste que empleó como una nueva fuente de ingresos, causa además que motivó la separación artística entre Luis Cuenca, Pedro Peña y el propio empresario teatral[3].
En su haber contaba con diversas condecoraciones como el Premio Nacional de Teatro o la Llave de la Ciudad de Barcelona. Una de sus grandes debilidades fue el sexo femenino, manteniendo romances con algunas de las vedettes que protagonizaban sus espectáculos como Ingrid Garbo o el muy sonado de Tania Doris.
Sin lugar a dudas, Matías Yánez Jiménez, alias Matías Colsada, poseyó siempre la excelente condición de haber tenido como empresario la certera visión de combinar “cabecera de Compañía” con repercusión taquillera en los carteles, base, sin lugar a dudas, de todos sus éxitos; recordemos, no obstante, la oportuna fusión de actores y actrices como Juanito Navarro-Lina Morgan, Quique Camoiras-Vicky Lussón, Addy Ventura-Adrián Ortega o Tania Doris-Luis Cuenca-Pedro Peña, aportando todos ellos importantes beneficios al empresario.
Falleció en Barcelona el 23 de marzo de 2000 habiendo dejado una herencia valorada en ocho mil millones de pesetas que, a fecha de hoy, continúa sin ser repartida entre sus herederos.

[1] En algunos libretos, programas y críticas teatrales hemos podido observar que Pedro Peña también firmaba como “Allen”.
[2] El popular actor Pedro Peña afirmaba al respecto en una entrevista: “Desde 1953, todas las obras que se hicieron bajo el sello de Colsada, fueron escritas entre ambos [se refiere a él mismo y a Luis Cuenca]. Por mi parte había conseguido estrenar poco antes, para Colsada, una obra titulada ¡Ay, qué pelos!, que obtuvo bastante éxito, pero salvo esta excepción, las escribimos conjuntamente. [...] Las obras teatrales aparecían firmadas, ante el registro de autores por Giménez, Allende (Allen) y García: es decir, por Matías Colsada, Pedro Peña y Luis Cuenca, puesto que firmábamos con nuestros respectivos apellidos maternos. Ahora bien, puedo asegurarle que los cerca de veinticinco espectáculos estrenados por nosotros en Barcelona fueron escritos sin el concurso de Colsada, por mucho que éste los firmase como autor. En realidad siempre fuimos dos libretistas y un músico, pero el empresario quiso controlar una notable fuente de ingresos sin tener capacidad para hacer la “o” con un canuto. El asunto, de hecho, era vox populi y por eso mismo tuvimos grandes problemas para ser aceptados en el Montepío de Autores”. Vid. FERNÁNDEZ COLORADO, Luis: Luis Cuenca, la buena mala vida, Badajoz, Servicio de Publicaciones de la Diputación de Badajoz, págs. 104-105.
[3] “Por supuesto que ésa fue una de las causas, aunque tampoco la única, de que todos acabáramos separándonos. Matías Colsada percibía el setenta por ciento de los derechos de autor sin haberse tomado la molestia de escribir una sola línea del texto, mientras que el músico, Luis y yo nos repartíamos de forma equitativa el treinta por ciento restante. Sin embargo, a medida que pasaron los años Colsada fue arbitrando un sistema fraudulento para compensar el sueldo de otros actores de sus múltiples compañías, como Quique Camoiras o Juanito Navarro, ofreciéndoles participar en los porcentajes de beneficios por derechos de autor. Aquello no era serio, porque al final cobraba cada vez más gente que no había escrito una coma ni un punto, mientras que los porcentajes del resto se iban haciendo más pequeños. Luis y yo habíamos aceptado durante años que Colsada firmase los espectáculos para cobrar derechos de autor, aprovechándose de nosotros porque pensábamos que nadie iba a estrenar nuestros textos en otras empresas y que además existían decenas de empresarios teatrales semejantes a Matías Colsada, pero el asunto fue adquiriendo dimensiones cercanas a lo que podría considerarse como estafa”. Vid. FERNÁNDEZ COLORADO, op. cit. págs. 105-106.

Un magnate de la revista denominado Matías Colsada (II)

Su éxito profesional comienza a vislumbrarse al finalizar la Guerra Civil española, cuando se hace cargo de la gestión del Teatro Principal de Zaragoza[1]. A lo largo de la década, fue consolidando su posición como empresario teatral y empieza a interesarse por el género de la revista musical, del que llegaría a convertirse en máximo adalid en España[2]. En 1946 formó su primera compañía de revistas y, gracias a una cuña que insertó en Radio Nacional, se popularizaron “las alegres chicas de Colsada”[3].
[1] “Ya hombre hecho y saliendo incólume de la guerra española, se le ofreció la oportunidad de ingresar como batería de un gran espectáculo circense, venido de Argelia, huyendo al parecer de la allí organizada. Circo que ofrecía como principal atracción una importante menagerie de animales y fieras. Apoyado en sus ganas de prosperar, no tardó en constituirse en elemento valioso para la empresa, hasta el punto de pedirle a ésta “prestado” su nombre para titular el espectáculo al hacerles falta un testaferro que figurase como promotor español, sirviendo a una ley vigente que a esto obligaba. Pero al “Circo Colsada” no le fueron marchando las cosas demasiado bien; más que nada porque, en aquellos momentos de penuria alimenticia por las que pasaba el país, el mantenimiento de aquel número de animales no resultaba rentable. Ante el hecho, se dedició liquidar el negocio de la mejor forma posible. Empeño en el que intervino Matías Colsada con acierto, adquiriendo grandes conocimientos en el chamarileo empresarial y por parte de aquellas gentes, una generosa gratificación al concluir la campaña. Mediante ese dinero “llovido del cielo” y asociándose a Manolo Chávarri, gerente de una gran cadena de cines, salió a probar fortuna por esos mundos la primera Compañía de Revistas Colsada, él como socio industrial”. Vid. ORTEGA, Adrián, op.cit., pág. 172.
[2] Entre los múltiples espectáculos que presentó se encuentran: Sirenas de Apolo (1956), Mujeres o Diosas (1957), ¡Castígame! (1958), ¡Bésame! (1958), ¡Ay, qué loca! (1958), Caprichosa (1959), ¡Y vas... que ardes! (1960), ¡Mimosa! (1960), ¡Llévame contigo! (1960), ¡Ay, mamá, qué nochecita! (1960), Se necesita un marido (1961), El negocio de Salomé (1961), Las cuarenta mujeres de Apolo (1961), Mi esposa, la otra... y yo (1961), Esto es América (1962), Locas por él (1962), Una mujer con bigote (1962), Año Nuevo... Viuda nueva (1963), ¡Hijas de mi vida! (1963), ¡Espérame en la luna! (1963), ¡Ay, qué ladronas! (1964), ¡Ay, qué chicas! (1964), Mujeres artificiales (1965), Bienvenida, Miss Katy (1965), ¡Y de la nena...! ¿qué? (1965), Las fascinadoras (1965), El barbero de Melilla (1965), Las noches de Herodes (1965), Las intocables (1965), Me las llevo de calle (1967), Vengan maridos a mí (1967), ¡Quiero ser mamá! (1967), ¡Moisés, cómo te ves! (1968), Se traspasa señora (1968), Las sospechosas (1968), Las atrevidas (1968), Valeriano tiene... eso (1968), El chulo (1968), Una noche movidita (1969), Trasplantes de marido (1969), Un marido provisional (1969), Tres mujeres para mí (1969), Esta noche... ¡Sí! (1969), Mi marido es un tormento (1970), Las corsarias -nueva versión- (1970), Pili se va a la mili (1970), Una reina peligrosa (1971), No despiertes a la mujer de tu prójimo (1971), ¡Contigo, pan y... señora! (1971), Las castigadoras -nueva versión- (1971), ¡Ay, Manolo de mis amores! (1971), ¡Pío, tú serás mío! (1972), Llévame a París (1972), Blas, ¿qué las das? (1972), ¡Nena, no me des tormento! (1972), Venus de fuego (1973), La rompeplatos (1973), Yo soy la tentación (1973), Las noches de Eva (1975), Una amiguita de usted (1975), Erótica (1976), ¿Con quién me acuesto esta noche? (1978), La casa del placer (1978), Apasionada (1978), Seductora (1979), La dulce viuda (1980), Acaríciame (1982), Un reino para Tania (1983), Tania Superstar (1983), La pícara reina (1984), Deseada (1984), Un marido de IVA y vuelta (1987), ¿Quieres ser mi amante? (1989), ¡Taxi, al Apolo! (1993), ¡Hola, Tania!... ¿Te han pinchado el teléfono? (1994), etc.
[3] “No quise desnudos en mis revistas. Hicimos arte, libretos graciosos, música pegadiza. ¿Mis vedettes? Son las vedettes de las señoras”. Ibídem. “En mis espectáculos no hay destape integral; solamente lo justifico si viene “rodado” en el libro. Creo que los del destape integral “se han pasado”. El público desde hace tres meses acude a los espectáculos, pero si hay calidad no valen subterfugios. Si no hay calidad, no hay nada”. Vid. “Colsada, un empresario multinacional”, en La Vanguardia, Barcelona, domingo 12 de diciembre, 1976, pág. 60.

Un magnate de la revista denominado Matías Colsada (I)

Matías Colsada era el nombre artístico de Matías Yánez Jiménez[1], considerado como el padre de la revista en España. Nacido en Madrid en 1910, tras cursar estudios de música (percusión, batería y bandoneón) mientras trabajaba en la ebanistería familiar pasó pronto a integrarse en una orquesta y ya a los dieciocho años comenzó a cantar tangos en Radio Madrid y en la sala de baile Satán de la capital española. Más tarde se convirtió en representante y se hizo con una compañía, con la que estaba actuando en el madrileño Teatro Novedades cuando se produjo el famoso incendio del mismo, hecho éste del que escapó arrojándose por una ventana[2]. Durante su juventud fue además actor de teatro y trabajó en el circo; de hecho compró uno, el Alegría con el que estuvo de gira por España durante casi siete años, tras los que trajo un circo francés con el que viajó por toda la Península hasta que estalló la Guerra Civil. Un tiempo éste en el que siguió en el mundo de la música tocando en cafés primero y después en una compañía de teatros de aficionados que cobraba en especie debido al hambre existente en la época.
[1] En buena parte de los libretos firmados por Colsada, su apellido materno aparece como “Jiménez” o “Giménez”.
[2] Vid. “Muere a los 88 años el empresario teatral Matías Colsada, leyenda del Paralelo”, en La vanguardia, Barcelona, lunes 27 de marzo, 2000, pág. 54.

jueves, 3 de noviembre de 2011

IVª Edición Premios "Toda una vida" de Historias de la revista musical española

Queridos amigos y amantes del teatro en general y de nuestra adorada y añorada revista musical española en particular. Un año más, y ya van cuatro, tenemos el placer y el gusto de presentaros la IVª edición de los Premios "Toda una vida" de HISTORIAS DE LA REVISTA MUSICAL ESPAÑOLA que se están convirtiendo en el único referente que premia a actores, actrices y demás artífices relacionados con nuestro amado género frívolo
He aquí, pues, los premiados en las anteriores ediciones:


Iª edición: Adrián Ortega Martí.

IIª edición: José Sazatornil "Saza".

IIIª edición: Paco Valladares, Concha Velasco y Olga Mª Ramos.

Os presentamos, a continuación, la lista de candidatos para esta IVª edición. Ya sabéis que podéis votar hasta finales de mes a la dirección de correo montijanoruiz@yahoo.es:

-Pedro Peña

-Andrés Pajares

-Fernando Esteso

-Quique Camoiras

-Zori, Santos y Codeso

-Luis Calderón

-Lina Morgan

-Ángel Fernández Montesinos

-Addy Ventura

-Tania Doris

-Miguel Caiceo

-Mary Begoña

-Tony Leblanc

-Mª José Nieto

-Mª José Cantudo

-Tina de Albéniz

-Amparo de Lerma

... y otros nombres a los que queráis votar. El Premio de Honor de esta edición será para la octogenaria Manolita Chen.

El plazo para votar finaliza el próximo 30 de noviembre. ¡Animaos a hacer historia de la revista!



Joaquín Gómez de Segura, el último libretista de revista ( y III)

Entre el año 1971 y siguientes, a la vez que realizaba la labor de autor de libretos de comedia y revista, realizó también una serie de ciclos con guiones de televisión para programas de payasos que actuaban en distintas cadenas televisivas de Hispanoamérica. Entre otros, Los Hermanos Moreno, Los Hermanos Alonso y caricatos como Emilio el Moro, Camilín, Luisita Esteso y otros tantos del territorio nacional.
En esta época, Joaquín Gómez de Segura realiza obras musicales en que vienen a converger tres grandes géneros como lo son la copla, el flamenco y la revista con títulos como La revista y el cante, Ella, él, guapas y ¡olé!, Cante, sonrisas y nenas de las cuales fueron intérpretes Juanito Valderrama, Dolores Abril o Torrebruno, entre otros.
Desde entonces y, hasta la actualidad, no ha dejado de desempeñar su trayectoria profesional en el apartado de autor literario realizando distintas composiciones poéticas y versificadas (muchas de ellas de carácter gastronómico) y obras de diverso estilo literario así como prosa orientada al género humorístico.
En el año 1992 y, coincidiendo con el Quinto Centenario del Descubrimiento de América, escribió la comedia musical El sueño de un navegante (en verso y prosa) en la que hizo el papel de Cristobal Colón, actuando en funciones programadas por diversos ayuntamientos de toda España.
Al año siguiente ganó el Primer Premio de la XVI Olimpiada Internacional del Humor convocado por el Excmo. Ayuntamiento de Valencia en la caegoría de “Humor en verso”, tarea ésta que desempeña actualmente al realizar distintas composiciones humorísticas para asociaciones, restaurantes, peñas... así como biografías de distintos personajes en verso, entre los que destaca de forma primordial el Rey Juan Calos I.
En Joaquín Gómez de Segura vienen, por tanto, a converger dos cualidades inherentes a su estilo literario: en primer lugar, sus vastos y enciclopédicos conocimientos sobre el mundo de las tablas, lo cual le lleva dominar una técnica de escritura dramática depurada y fluida, vivaz y dinámica, sin cortapisas, sin ambages, conocedor seguro de lo que escribe y, en segundo lugar, su innato sentido del humor, cualidad ésta que le ha llevado a producir múltiples textos (dramáticos y poéticos) con los que ha conseguido ser reconocido como uno de los más importantes y reputados artífices del teatro en nuestro país.
Lamentablemente, la producción dramática de Gómez de Segura espera, aún a pesar de ser amplia y fecunda, a ser estudiada en el ámbito académico dentro de la segunda mitad del siglo XX; si bien es cierto que, como ocurre con centenares de comediógrafos dentro del teatro frívolo en nuestro país, no se les ha dedicado ni tan siquiera un mínimo pero más que merecido reconocimiento en las distintas historias dramáticas y diccionarios versados en materia teatral que se han venido a publicar en las últimos tiempos.
Sirvan, pues, estas líneas como reconocimiento a la labor escénica del último comediógrafo de revista que aún nos queda con vida en nuestro país, artífice de decenas de éxitos que, por desgracia, hoy han pasado a engrosar, junto con el género al que se adscribían, los recuerdos de miles de espectadores que tuvieron la fortuna de poder contemplarlos a la par que de avivar la nostalgia de cuantos amamos el género musical español por excelencia: la revista española.





Joaquín Gómez de Segura, el último libretista de revista (II)

Posteriormente no sería hasta el año 1953 cuando comenzó a realizar trabajos de colaboración en el programa de Radio Madrid “Cabalgata fin de semana”, que dirigía y presentaba el locutor Bobby Deglané al formar parte de la pareja de humoristas “Kiny y Kiko”, si bien también realizó diversos guiones para mencionado programa radiofónico.
En el año 1962 simultaneó su actividad como autor, con la de producción en el Departamento de Programación de RTVE realizando diversas funciones de composición y revisión de guiones, participación directa en los platós, coordinación de montajes y producciones, realización de diferentes espacios, etc. y escribiendo guiones para diversos actores cómicos de reconocida fama y popularidad como Lola Gaos o Antonio Garisa o para grupos como “Los Chimberos”. En Radio Intercontinental inicia igualmente un ciclo de guiones de humor y realiza canciones y sketches cómicos para distintos teatros ambulantes como el Lido, el Chino de Antonio Encinas o el mítico Teatro Chino de Manolita Chen, para el que escribe números como “Arrímame la estufita”, “Enchufa el ventilador”, “A ver si le crece”, “Cinco tiritos”, “Soy Limé”, “¡Qué cortita la tienes!”, “La sacas poco”, “Lo tengo pequeñito”, “Mi fiel pajarito”, etc., en colaboración con Ernesto Vázquez Amor, Daniel Montorio, Antonio García Cano, José Porta Carrasco o Enrique Cofiner, entre otros.
Pero será a partir del año 1970 cuando verdaderamente desempeñe su faceta como autor de teatro frívolo o revista musical al escribir libretos para las grandes figuras del género como Tony Leblanc, Ángel de Andrés, Andrés Pajares, Quique Camoiras... acompañados por espléndidas y bellísimas vedettes como Addy Ventura, Vicky Santel, Sila Montenegro, Ana Gallarín, Rosana Nieto, Lita Lara, Mary D´Arcos, Rossy Luzely... con títulos como Paloma, palomita, palomera (1971), ¡Qué majas son! (1971), Locuras de verano (1972), Dime con quién ligas (1973), No desearás a la rubia del quinto (1973), ¡Más vale pájaro en mano! (1973), Bésame esta noche (1974), ¡Esta noche con... ELLA! (1974), ¡Mujeres con... sexy buum! (1975), Una para todos (1977), Sin bragas y a lo loco (1978), La banda de Alcapona (1978), Éste y yo, con dos cojines (1980), El triángulo de las tetudas (1982)...

Joaquín Gómez de Segura, el último libretista de revista (I)

La enorme marabunta de comediógrafos que dio a luz la denominada “comedia musical” fue un factor fundamental para comprobar la efervescencia de títulos que desde su creación allá por 1864 y hasta el inicio de su extinción, a finales de la década de los setenta, poblaron las carteleras teatrales de las principales ciudades españolas, muy especialmente las de Madrid y Barcelona.

Precisamente y, dentro de la abultada nómina de libretistas que en algún momento de su trayectoria trabajaron dentro del teatro frívolo en nuestro país, sobresale, sin ningún género de dudas, no sólo por su fecundidad, sino por su vasto repertorio y prodigioso conocimiento de la carpintería escénica, el madrileño Joaquín Gómez de Segura.
Nacido, pues, en la capital de España un 4 de agosto de 1930, Joaquín Gómez de Segura forma, junto a José Muñoz Román, Adrián Ortega y Manuel Paso, el cuarteto de comediógrafos más célebres y de quienes más títulos llegaron a estrenarse en las marquesinas de múltiples coliseos por todas las regiones del país.

El recorrido profesional como autor del libretista que nos ocupa, se inicia el 30 de octubre de 1947 cuando registra su primera obra en la Sociedad General de Autores y Editores de España, entidad en la que figura como socio con el número 6900.